UNA HISTORIA QUE RECORDAR: PETROMEX

Por: Dr. J. Javier Leuchter Ibarra.

Todos somos expertos, opinamos  de una gran variedad de temas. El tema actual, es el novel coronavirus-19. De la economía ni se diga, o del gobierno mexicano.

Somos, como decía mi madre: “candil de la calle y obscuridad de nuestra casa”.

En verdad, no queremos a nuestro país.

Solo lo vemos, como los piratas de antaño y actuales, cuando, en altamar, divisaban un buque mercante: un botin.

Somos solo una bonita fachada. Por fuera nos vestimos de marca -aunque sea “una imitación pirata”- para apantallar . Un automóvil de lujo, al cuál pagamos dos veces más que la renta de nuestra casa o, la colegiatura de nuestros hijos.

Opinamos sin saber. Aseguramos, sin conocer. Juzgamos, sin tener información. Sentenciamos, sin verificar. Así, vamos por la vida. Como personas sin hogar. Siendo oprtunistas de las situaciones para poder sobrevivir. Si, sobrevivir, solos. Solicitando una limosna, extendiendo y pronando la mano. Asegurando  tener una mirada patética, suplicante.

En lo referente al petróleo estamos igual. PEMEX: ¡es de los mexicanos!

Se ha defendido este supuesto con vehemencia, a tal grado que hoy resulta ser parte de una “nueva” estrategia transformacional.

¿El petróleo de los mexicanos?

 ¿Qué sabemos de este compuesto orgánico llamado “oro negro”.

El petróleo es, hasta el momento, la principal fuente de energía, y la materia prima objeto de comercio, balanza  y estabilidad financiera mundial, aunque ya en fase de decadencia.

 Es la energía que mantiene en actividad a nuestra civilización. Es un recurso no renovable de tipo orgánico. Es un producto estratégico que ha provocado en la actualidad un desequilibrio económico mundial asociado de igual forma a la pandemia.

La formación de este elemento tuvo su origen hace más de 200 millones de años, cuando la mayoría del planeta estaba cubierto por agua.  Los procesos biológicos sobre la materia orgánica acumulada en el fondo de los océanos primitivos y la alta presión, dieron lugar a la conformación de hidrocarburos -hidro= hidrógeno, carburo= carbón-, que tardaron en formarse  entre 10 y 100 millones de años.

Piedra y aceite son los términos latinos que encontramos en la etimología de la palabra: petróleo. Petra y oleum.

El crudo que se obtiene de los pozos es prácticamente inservible, requiriendo de un proceso llamado refinación para que sus productos sean úitles. Tambien hay diferentes variedades y los más valiosos son aquellos que tienen un bajo número de átomos de carbono, con lo que se pueden obtener productos mas valiosos.

El petróleo es conocido desde la antigüedad.

Según la Biblia, Noé impermeabilizó su arco con un derivado del petróleo, el betún. Los pueblos de Mesopotania –sumerios y acadios– hacían comercio con los asfaltos, las naftas y los betunes. Los fenicios comerciaban con petróleo que obtenían a las orillas del mar Caspio, y los griegos destruían las flotas enemigas vertiendo petróleo al mar y prendiendo fuego.

El primer pozo petrolero “moderno” lo perforó en 1859 Edwin Drake en Pensilvania.

En México la historia del petróleo comenzó en 1876.

La actividad petrolera se organizó en el Golfo de México,también, en los estados de Tamaulipas, Veracruz y San Luis Potosí. Ya de forma intensiva, desde 1906, cuando llegaron a nuestro país varias compañias de  Estados Unidos, Gran Bretaña y Holanda, que recibierona amplias concesiones para explotar los yacimientos, lo cual representaba altos dividendos para ellos y  muy poco ingreso para México.

Transcurrieron varios años e infructosos intentos para regular la actividad petrolera. El 19 de marzo de 1915 se creó la Comisión Técnica del Petróleo. En 1916 se sugirió la necesidad de que la riqueza del subsuelo se restituyera como dominio de la nación. En la Constitucion de 1917, en el párrafo IV del artículo 27, se establecería la restitución a la nación de los derechos de propiedad sobre el suelo y subsuelo. Nulificar los derechos adquiridos por las compañias petroleras en la era de Porfirio Díaz. Durante más de 10 años las compañias petroleras intentaron impedir la formación de sindicatos obreros.

El 27 de diciembre de 1935 se fundó el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM). Al año siguiente el sindicato recién formado emplazó a las compañias para negociar un contrato general que estableciera la jornada semanal de cuarenta horas y mejores salarios. El 27 de mayo de 1937 estalló la huelga que paralizó la industria. Para variar, las empresas petroleras dijeron que no contaban con recursos para sufragar las demandas exigidas. Una comisión de peritos concluyó que los beneficios que obtenían dichas empresas eran muy superiores y podian cubrir las demandas.

El 18 de marzo de 1938, a las diez de la noche y apoyado por su gabinete, la Suprema Corte de Justicia y el Congreso de la Unión, Cárdenas del Río dio a conocer el decreto de expropiación de todos los bienes muebles e inmuebles que pertenecían a diecisiete compañías petroleras inglesas y estadounidenses que operaban en México.

A partir de ahí, el petróleo del subsuelo fue parte de la nación mexicana. Pasaría a formar parte del inventario de la clase política y del sindicato petrolero, ambos voráces y corruptos.

Se fundó Petromex y posteriormente Pemex. Sin embargo los impuestos, la corrupción, una mala administración y la baja en los precios del petróleo harían que México nunca fuera dueño del petróleo ni los mexicanos recibieran beneficio de él.

Hoy seguimos pensando que tiempos pasados fueron mejores.

¡Hasta la próxima!